martes, 9 de junio de 2009

¿Regresar?

Sueños por alcanzar, metas por conquistar son algunas de las causas que nos mueven en el sendero de la vida. Luchamos por ellas, esforzándonos día a día, lágrimas y sufrimientos se encuentran de por medio, incluso una rara combinación de felicidad que te levanta cuando quieres tirar la toalla.

Cuando obtienes los primeros frutos, piensas que lo has logrado, pero cuando la nube de felicidad que obstruye a tu mente se esparce, es cuando te das cuenta de que el camino apenas esta comenzando. Un puñado de frustraciones revientan en ti, quizá te quedaste estancado, quizá no era tu momento, te repites una y otra vez, pero vuelve a resurgir la vocecilla de la felicidad, resuena en tus adentros alentándote a seguirlo intentando.
Nuevamente obtienes resultados, y nuevamente la espesa nube cegadora te reconforta al hacerte creer que lo has logrado, cuando ésta “ami-enemiga” se vuelve a ir es cuando vuelves a caer en cuenta que solo avanzaste un escalón mas en esta interminable subida. Te analizas una y mil veces, pides consejos, muchas veces erróneos, platicas con un ser grande que existe en el universo, le preguntas a tu almohada o a los árboles, cuando realmente le sigues hablando a éste ser omnipotente. Te limitas a escuchar a tu corazón, pides señales, a veces te las da, otras más no, y la confusión gobernante reina en tus pensamientos.
Al fin, decides regresar al lugar donde comenzaste, a donde éstos sueños fueron construidos, repitiéndote que quizá no ha llegado tu momento, y es cuando la razón se apodera de ti, respondiendo que si aun no llega el momento, por qué esperarlo sin hacer nada, entonces te ofrece un abanico de soluciones, tomas la que mas te emociona.
Es cuando empiezas a luchar por la solución escogida, pero a cada minuto tus sueños que quedaron a medias como un castillo que solo tiene sus cimientos, te recuerdan que están esperándote. Fríamente les reclamas que los buscaste, y solo te obsequiaron una pequeña porción de ellos, y que si en verdad esos sueños son parte de tu destino, entonces no hay por que temer, tienen que llegar en algún momento, así te encuentres en el lugar en donde comenzaste, lejos de ellos.
Las canciones son tus aliadas, pero muchas veces tus enemigas, ya que en la confusión entre la música y las voces, escuchas un ligero susurro que te dice FRACASADO, optas por no hacer caso y te escudas en que lo has intentado, y que si en verdad es tu destino, los sueños no se irán y se materializaran una vez que haya llegado tu momento.

Y en verdad, lo que el susurro escondido entre las notas melodiosas te dicen es TRIUNDADOR, por el simple hecho de intentarlo te convierte en un TRIUNFADOR, desafiando a las pocas posibilidades existentes, evadiendo los comentarios de los que nunca creyeron en ti y sobre todo, porque fue tu corazón lo que te movió a alcanzar éstos sueños, ¿y entonces, la vida de que está hecha?, la respuesta es correcta…. de SUEÑOS.

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