viernes, 17 de julio de 2009

¿Loco o no Loco?


Dicen que muchos personajes de la historia estuvieron locos, como Vicent Van Gogh por decir algo, o que tal con Shakespeare que lo que escribía creaba tanta polémica en el tiempo que vivió que a todos tomó por sorpresa, o simplemente al pintor español Dalí, que lo creían tan loco empezando por su bigote tan peculiar o los huevos que la gente le lanzaba desde la calle para hacer mofa de él, o no nos vayamos tantos siglos atrás, en la actualidad han catalogado como locos a Michael Jackson sin sobresaltar su pedofilia, o a cientos de estrellas Hollywoodenses simplemente por un desorden emocional de perdida de identidad “normal”.

Hoy me encuentro en un manicomio, es la primera vez que visito uno, debo confesar que cuando entre me aterrorice al ver el simple letrero en la entrada con el titulo “HOSPITAL PSIQUIATRICO”.

No pensé que fuera tan malo, ahora que me encuentro en los pasillos me he topado con varios locos, la primera de ella y la que aun sigue atemorizándome es una mujer grande obesa y violenta, quizá de unos 37 años, vestida con pants rojos y blusa blanca, dice incoherencias con la lengua enredada o simplemente hace ruidos extraños, me pregunto en que momento se torció su mente, ¿alguna vez tuvo una vida normal?, aunque en realidad que es lo normal en estos días, quizá habemos muchos locos sueltos por ahí, aunque con medicamentos controlados de la vida cotidiana. Pero en qué momento es que personas como ésta mujer elefante decidieron abandonar la lucidez en la vida, y decidieron perderse en la oscuridad entre ideas enredadas, y mundos para unos lodosos y para otros de color pastel, para así bloquear algo que probablemente los lastimo tanto que los arrastró hasta ese extremo, o quizá son mucho mas inteligentes que nosotros ya que estando así, imagino que pierden la noción del tiempo y de todo lo que sucede alrededor, talvez no es tan malo como creemos.

Aunque ésta mujer elefante rojo me ha dado mucho en que pensar, y aclaro que los locos que mencione en un principio no se comparan con lo que estoy viendo, no puedo evitar preguntarme, ¿por qué razón se ponen tan agresivos?, qué es lo que los irrita tanto, quizá es porque la gente siempre los señala y se burla de ellos y es eso lo que los obliga a defenderse haciéndolos tan sensibles que cualquier cosa que los amenace los obliga a tener las garras afuera todo el tiempo, cosa que no ocurrió con los locos famoso, ya que ellos quizá entre mas los señalen, mas encantados están de estar en la atención del público.

Hay tantas preguntas que vienen a mi, como cuando ves algo nuevo, eso son para mí, una especie nueva, y esto me lleva a preguntarme cualquier cosa como ¿son felices?, ¿han tenido relaciones sexuales todos estos enfermos mentales?, ¿saben distinguir entre el bien y el mal?, ¿conocen el amor?, ¿tienen miedo a morir?, ¿saben que día es hoy?... Son tantas interrogantes que vienen hacia mí como un torrente de locura.

sábado, 11 de julio de 2009

Pensamientos de un Corazón



En un segundo caí al abismo y desperté de éste hermoso sueño. Ya había aprendido a sobrellevar las cosas, pensando erróneamente de que algún día mi alma gemela en turno iba a cambiar.
Cientos de cartas no bastaron, ni tampoco una que otra canción que le escribí en mis momentos de compositor, que mientras escribía, mi corazón pensaba que esto llegaría a su alma, pero ni siquiera una sonrisa recibía a cambio.
Ahora he decidido tomar otro rumbo, mi espíritu está perdido en ése sendero oscuro y lleno de maleza. Creí que sería la mejor opción, y lo sigo creyendo, pero el dolor junto con un poco de amor a veces me detiene.
Ahora sólo en un cuarto que he podido rentar, veo las horas que pasan en ése pequeño reloj de buró, mientras que yo sigo sumergido en mis mismos pensamientos.
Mi mente está en una nube espesa de dudas, pienso en por qué me enamoré de alguien que desde un principio me demostró que no me amaría. Me aferré tanto a ése amor fallido, en dónde perdí mil veces mi dignidad, con el único objetivo de estar cerca de ése podrido amor.
Las calles frías y viejas que rodean mi nuevo hogar, me hunden en recuerdos, en nostalgia, en tristeza. Pero escucho una ligera voz en mi interior y me da fuerzas para continuar, que bien que ahora ya la escucho, aunque muchas veces los lamentos de mi corazón y los gritos de la dureza impiden que escuche esa apagada voz.
Volví a encontrar la razón por la cual estoy aquí, aunque ahora es un tanto más difícil lograr ese objetivo, ejércitos de obstáculos se oponen para que llegue victorioso a la meta. Trato de no desesperarme y buscar soluciones, ya que la caricia de la angustia es constante.
Hoy digo “adiós” a ése amor que me hizo tanto daño, que hirió y mutiló cuantas veces quiso a mi alma y a consecuencia a mi corazón moribundo.
Cabe mencionar que la soledad no me ha abandonado, encontró un buen refugio en mi vida. Cuando camino en estas calles de piedra, pienso en las millones de personas que las han pisado, que han andado sobre ellas, y ahora yo junto con mi inseparable soledad pasamos a ser historia de éste sendero en Coyoacán.
La lluvia es el escenario perfecto para mi alma, mis lágrimas a veces se asoman para reclamarme que se están agotando; y es que en realidad éste tiempo que llevo viviendo en ésta gran ciudad he llorado más que toda mi vida antes de llegar aquí, quizá es por ello que llueve tanto.
Ya no sé si quiero volver amar, tampoco sé si quiero que me amen, lo único que sé es que quiero a alguien que sea velador de mis pesadillas, que al despertar un beso sea el más hermoso verso de amor jamás escrito, que al acariciarme sea la sensación más dulce que pude haber sentido, que mis palabras tengan un destino y no se pierdan en el vacío. Mi corazón lo pide a gritos, pero también mi alma está a la defensiva.
Salgo a caminar imaginando que mi vida sea como una película, visualizo la locación y cada transeúnte es un personaje de mi nueva historia que estoy tratando de crear.
El miedo es constante, la soledad mi compañera, la angustia me canta más que las aves, y la tristeza es mi guía.
La melancólica melodía que suena ahora cala mis sentimientos, y una dulce amargura se va apoderando de mi pecho, se instala y voy sintiendo como poco a poco crece, la pluma se desliza tan rápido como puede por éstas líneas intentando matar a éste amargo sentimiento, y mis ojos fijamente sobre la hoja se compadecen de sí mismos y se dicen uno al otro “ésta noche será una más”.